Volveeeeeer Latidos de pánico (1983) En diciembre de 1982 me fui a Madrid para debutar en el  cine en una película de Paul Naschy. Latidos de pánico se  rodó en Valdelafuente, en una finca que perteneció al  Generalísimo Franco.   Los atrecistas retiraban las fotos del Caudillo para colocar en  su lugar las de Naschy, algo que me dio pie para gastarles  algunas bromitas. Entonces nos llevábamos bien, además  estaban Julia Saly que me caía muy bien. También me  encontré a Lola Gaos que ya conocía previamente en  Tarragona, en un curso de preparación del actor.   Me dio el papel de un sacerdote católico preconciliar, pues  llevaba sotana aún, La sotana la había llevado anteriormente  Anthony Quinn en Valentina. Como en esta película los críminales no dejaban a nadie vivo  este pobre cura estaba de pluriempleo porque no paraba de  realizar funerales y responsos.   Me hacía mucha gracia Lola Gaos, militante de partidos de izquierda extraparlamentaria, que se dedicaba a curiosear por las habitaciones refunfuñando con su voz áspera: “¡Pero cómo vivían aquellos cabrones! Conocí a José Vivó y Pat Ondiviela, miss Canarias, que después se convirtió en secretaria de Uno, dos, tres... responda otra vez. Me hizo mucha ilusión el trabajo y lo pasé muy bien, aunque las chicas me dijeron que yo era demasiado guapo para hacer de cura (!). La película se estrenó en el cine Gran Vía, sólo estuvo dos semanas. El fantástico español en aquel tiempo no gozaba de buena salud. La bestia y la espada mágica (1983) Se rodó en un junio muy caluroso. Previamente el equipo se había trasladado a Japón para rodar las secuencias que transcurrían en el país del Sol Naciente. La última semana del rodaje se realizó en España, donde  transcurre la primera parte del film ambientado en una época  anterior. La famosa escena del tigre se rodó también en nuestro  país. Sobró mucho metraje en la edición final, por lo que se pensó en  reutilizarlo en otra película en la que me prometieron llevarme de  ayudante de dirección. Pero desgraciadamente no se materializó  el proyecto. Yo hice de chambelán en la secuencia en que Daninsky le pide al  emperador la mano de su hija.   Una semana antes se había estrenado Latidos de pánico y  varios críticos atacaron la película apoyándose en la defensa que  mi fanzine Transylvania Express hizo sobre Naschy e  inexplicablemente lo pagó conmigo durante los dos días de rodaje  en Chinchón.   Acosada (1984) Desalentado por mi experiencia anterior tuve un bajón que duró un  año. En agosto de 1984 me llamó Sebastián D’Arbó apra trabajar  en El hombre que regresó de la muerte, título que fue cambiado  por Acosada.  En producción estaba Jaime Jesús Balcazar y Carlos Boué  (hermano de Augusto Boué que trabajó conmigo en los dos títulos  anteriores).   La protagonista era Victoria Vera, una mujer que desea deshacerse de su marido por la vía rápida. Un filme de terror psicológico muy al estilo Hitchcock. Meses antes estuvimos a punto de rodar mi guión La Sombra de  Hitchcock (primera versión) con Profilmes, dirigido por D’Arbó,  pero la legendaria productora había quebrado por sus extrañas  producciones de los últimos años. El rodaje de Acosada fue muy estimulante. Yo era joven y tenía  muchas ilusiones pero el cine catalán estaba muy mal por la  pésima política de Pilar Miró en Madrid y Antoni Von Kitchner en  los Serveis de Cinematografía de la Generalitat.  Hice de auxiliar de dirección, pero también me dieron un papel en  la discoteca Duetto como ligue de Mercedes Albert que después se  dedicó a ser piloto de avión. Curiosamente mi personaje era un  excura. En Acosada me reencontré con Víctor Israel que se convirtió en otro de mis  mejores amigos. En la foto con Sebastián D’Arbó.  Fueron cinco semanas maravillosas.   Sebastián D’Arbó. Berta Cabré y Salvador Sáinz en La Molina Más allá de la muerte (1986) Una semana en La Molina y cuatro en Barcelona y Sant Cugat. Se  trataba del tercer eslabón de la trilogía parapsicológica que se  completaba con Viaje al Más Allá y El Ser. Las tres de Sebastián  D’Arbó.  La protagonista femenina era Berta Cabré (antes Singerman) y el  masculino Tony Isbert que residió una temporada en tierras  catalanas. Para mí significó mucho compartir cámara con uno de mis ídolos más  queridos y eso que yo soy de poca idolatría, el gran Narciso Ibáñez  Menta, que me interesó mucho en sus antiguas Historias para no  dormir. Era un profesional como la copa de un pino que siempre llegaba  puntual al plató ya maquillado.   Como ayudante de dirección me encontré con Ignasi P. Ferré que se  convirtió en otra de mis mejores amistades, junto al mencionado  Narciso Ibáñez Menta, con quién trabajé en varias películas  posteriores cuando se convirtió en director.  Para mí el mejor actor de cine fantástico español es Narciso Ibáñez Menta y siempre  le admiré. Fuimos amigos hasta que por razones de edad nos dejó para siempre en  el año 2004. Siempre me dijo que cuando se refería a mí la palabra amigo había que  escribirla con mayúsculas. Algo exageraba pero me sentía halagado por tan amables  palabras dirigidas a mi persona.  Desde entonces nos vimos muchas veces, nos carteábamos a menudo y le organicé  un homenaje en Reus, mi ciudad. Incluso le visité en su propio domicilio.  Narciso Ibáñez Menta fue actor y director, pero esta actividad la desarrolló más en  Argentina que en España donde cedió la batuta a su hijo Chicho con quién trabajé en  un programa de televisión (Mis terrores favoritos).  En Más allá de la muerte tuve mi primera frase en cine, le felicitaba al profesor por  su conferencia. Después me asomé en una docena de breves apariciones  procurando que no se me viera porque no era demasiado adecuado. Hasta salí de  nazi poniendo una cara que daba pasmo.  La pésima política cinematográfica de la Generalitat provocó que D’Arbó sólo rodara  una película más, Cena de asesinos, donde no estuve porque estaba ocupado con  La grieta, y no pudo continuar más asqueado por tanta incompetencia y estupidez  institucionalizada del nacional-masoquismo que padecemos en estos lares..  Para la anécdota, en este rodaje me encontré con Germán Monzó con quien viví  unas increíbles aventuras cinematográficas dignas de figurar en un guión de cine.  Una de las más notorias fue Magic London, pero antes tuvimos el terrible follón de  El aullido del diablo que saltó incluso a la prensa y a la televisión. Más allá de la muerte se estrenó un año después en Sitges en versión catalana,  pero en salas comerciales solo se vio la castellana.   Por cierto fue la primera película en la que me pagaron. ¿Qué raro, verdad?  El aullido del diablo (1987) Meses después del film anterior, Germán Monzó cobró una deuda que le fue pagada  con cinco mil metros de película virgen en 16 mm. Se le ocurrió que lo podría  aprovechar rodando algo al estilo El mariachi o La noche de los muertos vivientes,  Me ofreció a mí la dirección y empecé a preparar Fantasmas del pasado que iba a  suponer mi debut en la dirección.  Estaba entonces más alegre que unas castañuelas sin hacer daño a nadie preparando  la película en la que nadie iba a cobrar, que se trabajaría sólo por las dietas para tener  curriculum y después acceder a trabajos mejores.   Paul Naschy oyó campanas y nos llamó ofreciéndonos su ayuda. Muy amable nos citó a  Germán y a mí a su despacho en Madrid donde nos presentamos el día 26 de diciembre  del 1986. Primero nos dijo que me quería como a un hermano y seguidamente le ofrece  a Monzó rodar una película apalabrada con la Cinema Internacional Corporation (quien  por cierto no sabía nada del asunto) cuyo guión iba a escribir yo, que me iba a dar el  papel de un criado respondón, cancelando por supuesto mi proyecto.  Yo estaba en desacuerdo con el cambio y automáticamente nos convertimos en  enemigos.  Después vinieron dos meses muy desagradables y pasando por alto  numerosas anécdotas a cada cual peor, rompimos la relación. Había dinero para mi  proyecto pero no para el suyo, por eso se hundió y se rodó meses después con otro  equipo.   Del cacareado asunto del guión mejor no hablar. Le reclamé única y exclusivamente lo  que Naschy me prometió, ni un céntimo más ni un céntimo menos. Pero se ve que eso  para los frikkis es una auténtica felonía.  Muchos me dicen que porqué no he pasado página, la realidad es que no me han  dejado.  El famoso guión Ese film que aludo en la columna de la derecha tuvo  como protagonista a Caroline Munro a quien conocí cinco  años en un festival de Sitges. Una mujer muy hermosa y  simpática, todo un icono del cine fantástico. Sigue si deseáis saber lo que  aconteció después  Sigue la aventura... El anticristo 2 (1989) Bueno con el amigo Monzó viví una serie de aventuras a cada  cual más extraña pero cómo sólo se finalizó Magic London   (más tarde titulada El Anticristo 2) a ella nos referimos. Sólo  estuve un día, si dijera que lo pasé mal mentiría como un  bellaco. La verdad es que lo pasé muy bien. La foto es de otra aventura  inconclusa, huelgan comentarios para entender porqué me lo  pasaba bien porque no somos de piedra.  El anticristo 2 no la ha visto nadie pero es una cult movie. Yo  no entiendo porqué pero ya se sabe que los frikkies españoles  tienen gustos extraños así que allá ellos.  Yo si la vi un par de veces y a decir verdad no entendí ná de ná.  Pero ¿qué importa? Que me quiten lo bailao. .   PASAD PÁGINA EL AULLIDO DEL DIABLO Dirigido por Jacinto Molina, 1988 ESPAÑA Largometraje Espectadores: 31 Recaudación: 13,97 euros €(2.324 ptas.) Productoras: FREEMONT-NASCH INTERNATIONAL Datos procedentes del Ministerio de Cultura de España