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La grieta (1989)
Dejando atrás experiencias olvidables pasemos al rodaje de La
grieta que me ocupó cinco meses entre el otoño de 1988 y el
invierno de 1989.
Era el mes de septiembre cuando me llamó Juan Piquer
Simón, a quien ya conocía anteriormente y mantenía y
mantengo excelente relación, para ofrecerme trabajo como
atrecista. Así que ni lo dudé, cogí el expreso nocturno y me
presenté por la madrugada a los madriles.
La productora de Piquer estaba situada en la calle Pradillo, al
lado de un juzgado en donde siempre se celebraban bodas y
era frecuente ver entras o salir parejas que recibían lluvia de
arroz y mucho jolgorio.
Tras varias semanas de preparación (anteriormente había
trabajado dos meses en la de El aullido del diablo)
comenzamos a trabajar en el rodaje en una piscina municipal
que se decoró para simular el fondo del mar con algas
contaminadas.
Yo trabajaba como regidor y atrecista, lo que en inglés se
traduce como property buyer y property master. Uno es el que
compra los objetos y otro el que los gestiona, los lleva al plató
para su uso oportuno.
Piquer siempre se ha portado muy bien conmigo, para mí ha
sido un maestro y coincidimos en muchos puntos. Su equipo
era encantador desde el productor José Antonio Escrivá (hijo
de Vicente Escrivá, el director de cine) y su esposa Francesca
De Laurentiis (hija de Dino de Laurentiis y de Silvana
Mangano) que parecía un clon de su bellísima madre que pasó
a la historia del cine con su papel en Arroz Amargo y Ana en
donde cantaba el célebre Bayón.
En el reparto me encontré de nuevo con Tony Isbert, con quién
había coincidido en Más allá de la muerte, y con quien
siempre tuve relación cordial, y conocí a los entrañables Frank
Braña, Luis Lorenzo, Emilio Linder, Alvaro Labra y el sinpar
Pocholo Martínez Bordiu que hacía de Sven, el noruego.
Días después llegaron los norteamericanos, rostros famosos
en la televisión de su país en series que muchas no han
llegado aquí. Siempre creí que iban a ser personajes distantes
pero en realidad eran todos muy amigables como Deborah
Adair, Jack Scalia, la cubana Ely Pouget, R. Lee Ermey, el
afroamericano John-Toles Bey y Ray Wise.
Para una breve aparición conocí a Edmund Purdon, antiguo
Sinuhé el egipcio.
Jack Scalia estaba acostumbrado a que le trataran como una
estrella pero los técnicos españoles pasaban de vedetismos
por lo que comentó que “el cine español es otro mundo”. Sin
embargo acabó por convertirse en un colega más del equipo e
incluso nos ayudaba a limpiar la piscina con una red.
Arriba el mi cabina de atrezzo, abajo como doble de R. Lee Ermey en
una secuencia de La grieta. Soy el segundo por la izquierda.
Efectos especiales de Colin Arthur y el gran Basilio Cortijo.
Aproveché la estancia en Madrid para visitar a mis amistades: Amando de Ossorio y Narciso Ibáñez Menta, quien me recibió en su domicilio, Ossorio
estaba algo demacrado por haber padecido anteriormente un infarto, viéndose obligado a realizar dieta para perder peso. Un fin de semana recibí la visita
de Sebastián D’Arbó recién salido del rodaje Cena de asesinos.
En el mes de diciembre vivimos la primera huelga general contra el gobierno de Felipe González, para mí una experiencia inédita porque al dormir en una
pensión que no servía comida, no tenía adonde ir porque los restaurantes y los transportes urbanos estaban cerrados, como todo el país, y tuve que irme
a casa de mi tía en Madrid atravesando la ciudad a pie. La impresión que me dio aquellas calles completamente desiertas, aquella Gran Vía en donde no
había un alma, me dio la impresión de estar viviendo una película de ciencia ficción al estilo Yo soy leyenda de Richard Mathenson.
El rodaje fue largo pero muy agradable. Se produjo enseguida una gran camaradería entre los técnicos, el equipo de electricistas (Laureano López, padre
e hijo), el cámara Joan Mariné, excelente persona (sustituido en las ultimas semanas por Manuel Rojas), las maquilladoras británicas (Helen y Victoria
Lennox, madre e hija), el ayudante de dirección José María Ochoa en su último trabajo, María Bardem siempre tan entrañable, el legendario Emilio Ruiz,
Francisco Prosper que había trabajado con Orson Welles, Larry Ann Evans, Basilio Cortijo y su hija Gabriela, Colin Arthur, Tirso Díaz, Benjamín Martin y
un larguísimo etcétera.
Son muchas las anécdotas que recuerdo de este maravilloso rodaje, pero cuando disponga de dominio propio y espacio suficiente las haré públicas. En
aquella época la productora y Piquer tenían varios proyectos que por desgracia no vieron la luz como el rodaje de Barbarella 2 con Bridget Fonda, pero
no pudo ser.
La grieta obtuvo el Goya a los mejores efectos especiales siendo recogido por el trío Carlo Di Marchis (diseñador del famoso Alien de Ridley Scott), Basilio
Cortijo y Colin Arthur.
Yo había encarrilado por fin mi vida de forma positiva que es lo que deseaba, agradeciendo a Juan Piquer (lamentablemente desaparecido en enero 2011)
que haya pensado en mí para colaborar en el presente rodaje.
Un submarino en el mantel (1990)
A principios de los noventa estalló el boom de la comedia catalana y de
forma inesperada me encontré que me convertí en parte de la misma
con papeles secundarios y cómicos. Fue un giro radical a mi vida y a mi
carrera.
Basado en una novela de Joan Barril, el argumento giraba alrededor de
un musulmán (antes de la masiva inmigración que nos vino años
después) llamado Raixid que con frases hechas, sin entender palabra de
catalán y castellano, medra en nuestra sociedad hasta conseguir un
cargo importante.
Por su periplo barcelonés pasan varios personajes episódicos, uno se
llama Salvador y es un ujier en el Palau de la Generalitat. Naturalmente
ese ujier fui yo. Si en el guión el personaje no llamaba la atención al
rodarse resultó que yo era gracioso y sin enterarme. Durante la filmación
mi papel creció y creció, llamando la atención durante el estreno en el
cine Publi (el mismo de Acosada).
El público se desternillaba de risa cada vez que aparecía y me quedé de
piedra.
Siempre le agradecí a Ignasi P. Ferré que me dieran semejante
oportunidad que se convirtió en una de mis mejores experiencias
cinematográficas. Ignasi, ayudante de D’Arbó en Más allá de la muerte,
se acordó de mí tras la escena con diálogos que tuve con el gran
Narciso Ibáñez Menta y me ofreció este papel que cambió el rumbo de
mi vida.
Buen reparto como el amigo Victor Israel en un papel inusual, Dine Soulí
(Raixid), Ariadna Gil, Jose Maria Angelat (la voz española de Louis de
Funes), Joan Miralles, Jordi Dauder, el genial José Sazatornil “Saza”,
Quim Soler, Xavier Capdet y la gran Rosa María Sardá.
Arriba con Rosa María Sardá en una secuencia de Un submarí a les
estovalles, Un submarino en el mantel, rodada en la Diputació de
Barcelona.
El resto de mis secuencias se rodaron en el Palau de la Generalitat de
noche, porque durante el día trabajaban. El entonces president, Jordi
Pujol solía asomar durante el rodaje y me miró con extrañeza al ver un
ujier que no era habitual en sus pasillos.
Spot B.S.G. (1992)
(agencia de modelos Business Service Group)
Entre las dos películas de Ignasi trabajé en un spot publicitario como ayudante de dirección, el único en mi carrera hasta la fecha. El spot trataba de una
agencia de modelos y se rodó en Barcelona, tras su rodaje ya no supo nunca nada más de él.
Arriba con el amigo Ignasi P. Ferré en Ibiza.
Debajo con Mathieu Carrière en Un placer indescriptible.
Nuevo eslabón de la llamada comedia catalana de principio
de los noventa.
Un placer indescriptible (1992)
Resulta muy curioso pero mi disfasia (trastorno del habla) no fue impedimento
para que durante una temporada me pudiera ganar la vida con la interpretación
en el cine. Al contrario me favorecía dado el caracter cómico de los personajes
que me encomendaron.
En mi siguiente película con Ignasi P. Ferré fui Ferrando el sicario de Vivaldi
(Mathieu Carrière), un galerista de arte casado con una psiquiatra (Angels
Gonyalons) que tiene como paciente a un cleptómano (Ferrán Rañé). Junto a los
mentados actores nos encontramos de Pep Ferrer, Victor Israel y Laura Maña,
futura directora de cine.
Angels Gonyalons había triunfado en la escena con sus espectáculos musicales
dirigidos por Ricard Reguant y también en Mar i Cel con Dagoll Dagom. Sin
embargo en cine su carrera estuvo a menor altura.
Mi papel era agradable pese a ser una especie de villano tuerto que se dedicaba
a seguir a los protagonistas. Tras este rodaje Ignasi preparó Seductor, otra
comedia que se iba a rodar en Palma de Mallorca donde también iba a tener
papel, pero un cambio de leyes en el Ministerio de Cultura, forzado por las
grandes productoras, hundió a Ixia Films y la empresa no tuvo continuidad.
Semos peligrosos (uséase Makinavaja 2) (1993)
Tras acabar la película anterior me volvieron a llamar para rodar un papel en la
segunda aventura de Makinavaja, el ultimo chorizo. Cuando se rodó la primera
parte me llamaron para el casting pero no encontraron un papel adecuado. En ella
intervino Mary Santpere, a quien había conocido en Ibiza en octubre 1990, como
madre de Maki. Desgraciadamente falleció poco tiempo después del rodaje, así
como Ramón Tosas “Ivá”, el dibujante creador del personaje.
Ese último chorizo tan entrañable que vivía en el Barrio Chino barcelonés, ese
navajero charnego al que todo le sale al revés. Carlos Suárez lo llevó al cine y le
ofreció el papel a Pajares con quien coincidió en una representación de la obra
teatral sobre Maki protagonizada por Ferrán Rañé.
Al iniciarse el rodaje de la segunda parte, con el mismo elenco (menos la fallecida
Mary Santpere por razones obvias), me ofrecieron el papel de un madero, un
policía pero cuando Carlos Suárez me conoció prefirió darme otro mejor aún, el de
un camararero catalanista.
El rodaje tuvo lugar en Sitges de 1992, días después de acabado el festival de cine
fantástico y me lo pasé muy bien. Conocí a Pajares que era un buen tipo. Nos
maquillaron juntos en una roulotte de producción.
Mi maquillador, Miguel Sesé había maquillado también a mi ídolo Buster Keaton en
Golfus de Roma, rodada en Madrid. Me subía por las paredes de alegría. Pajares
me pidió un ejemplar de La Sombra de Hitchcock que lelvaba en mi bolso y se lo
dediqué.
Mi secuencia se rodó de un tirón sin ningún problema y sin hacer perder el tiempo.
Pajares se desternilló de risa con mi personaje que aparecía con rostro alocado y
extravagante.
Años después coincidí con Carlos Suárez (director de fotografía de su hermano
Gonzalo) en otro Maki pero para televisión.
Don Jaume el conquistador (1993)
Basado en una obra de Frederic Soler (Serafí Pitarra), esta
alocada comedia fue para mi una experiencia única. Se rodó en un
mes de agosto en el Teatre Artesá de Gracia en Barcelona.
Su argumento gira alrededor de unos cómicos valencianos que
actúan en un teatro barcelonés, de un centro cívico de la Tercera
Edad regentado por religiosas, representado la mencionada obra
teatral.
Pitarra, en sus tiempos, quiso ganar una apuesta de que podía
escribir en una noche una obra teatral en verso. Y vaya si la ganó,
pero la obra era indescriptible. Una sucesión de chistes
escatológicos acerca del rey Jaime I de Aragón que sodomizó al
rey moro de Valencia tras su conquista y contrajo una enfermedad
venérea que, al regresar a Barcelona, contagia a su esposa y a
una infanta de Sicilia.
Yo era un actor de la compañía, un personaje algo extraño llamado
Ovni, y en la obra el espectro del rey Pere II de Aragón, llamado El
Católico.
Tuve como productor a Josep Anton Pérez Giner, asistido por Lluis
Ferrando (antiguos amigos de Profilmes) y dirección de Antoni
Verdaguer.
Entre el reparto estaba Mercè Lleixá, lamentablemente
desaparecida, Inma Colomer, Cesc Queral, Jaume Sisa, Eva León,
Carles Canut, Ester Formosa, Xavier Capdet, Llàtzer Escarceller,
Pep Anton Muñoz... todo un lujo de compañeros con gran pedigrí.
La Generalitat le denegó la subvención por considerarla
demasiado festiva.
Arriba, en la foto, la parodia del monólogo de Hamlet con Joan Borrás en el papel
del rey conquistador. Se trataba de un larguísimo párrafo, un inmenso
trabalenguas, que debía empollar y recitar de un tirón resultando inteligible.
La comedia resultaba divertidísima pero por desgracia Lauren films, el distribuidor,
la arrinconó. En la edición de vídeo incluso cortó algunos planos.
Fue mi primera película para la pantalla grande porque una tragedia familiar me
apartó del cine durante muchísimos años. Pero eso es ya otra historia.
Los resucitados (1995)
Basado en relatos de Gustavo Adolfo Bécquer, dirección del amigo Arturo de Bobadilla y producción El Perro Andaluz, esta película de género fantástico
no tuvo vida comercial y desapareció de la faz de la tierra. Aparecían Tony Fuentes, Angélica Revert y Santiago Segura, sí el famoso Torrente.
Mi papel era Don Rodrigo de Lara, aparecía vestido con ropas del siglo XVI. Era un espectro y sólo estuve un día de rodaje. Otro caballero le mata pero
el tal Don Rodrigo resulta que es un ser endemoniado, maléfico, cruel.
Es una lástima que esa película no tuviera vida comercial, incluso perdí la pista del director de quién hace años no sé nada de nada. Parece que se lo
tragó la tierra. Todo lo que rodea a Los resucitados está rodeado del más puro misterio.
Tener en mi currículo un título basado en Bécquer es todo un honor por tratarse de uno de mis escritores predilectos. La experiencia fue muy extraña, al
acabar la grabación fui a comer a un restaurante y el actor que trabajaba conmigo estaba de cocinero en el mismo.
Los perversos rostros de Víctor Israel (2010)
Tras un paréntesis de quince años volví a colaborar en una película, un
documental sobre mi buen amigo Víctor Israel fallecido en el 2009.
Un conjunto de entevistas en donde aparecen rostros que para mí son muy
entrañables como José Ulloa, Sebastián D’Arbó, Josep Anton Pérez Giner,
Miguel Iglesias Bonns, mi adorada Carla Dey, Jordi Grau , Ignasi P. Ferré y un
largo etcétera.
Lo más curioso es que no tuve que desplazarme para intervenir, el equipo vino
a mi propio domicilio.
El documental se exhibió en el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de
Catalunya del año 2010
Directores: David Pizarro y Diego López
Productora: Areavisual, S.L. Producciones Videográficas
Guión: David Pizarro y Diego López
Montaje: Alberto Calveres y Ana Batalla
Director de Fotografía: Alberto Calveres y David Pizarro
Documentación: David Pizarro y Diego López
Foto fija: David Pizarro
DATOS TÉCNICOS
Fecha inicio rodaje: Marzo 2010
Fecha final rodaje: Julio 2010
Duración del rodaje: 18 semanas
Localizaciones de rodaje: Barcelona, Mataró, Reus, Cantallops (Avinyonet del
Penedès), Madrid, San Lorenzo del Escorial y Collado de Villalba.
Formato: DVCAM
Nacionalidad: Española
Versión: Castellano y catalán.
Género: Documental
Genoma (2012)
Rodada en Almaebre, dirección de David Hidalgo y guión de David Romero. Episodio piloto de una webserie de tema fantástico.
Se presentó al concurso El Sótano de Antena 3 y se clasificó para la final.
Mi personaje abre la película, es un pescador que escucha un estruendo. Acude a comprobar qué ocurre y se encuentra un cadáver
flotando en el río Ebro.
Un equipo técnico y artístico compuesto por gente muy joven e ilusionada, aunque la industria del cine pase malos momentos.
Ego (2012)
Una tranquila noche de terror (2012)
Otro cortometraje de Luis Antonimo grabado como un divertimento
de la noche de todos los santos.
Maquillaje de Úrsula Subirats.
MAY 2610
(2012)
Cambio de tercio. Grabada en Olot y esta vez ejerciendo de
cámara.
Un corto dirigido por el actor Ajay Jethi ,
Un corto que pasa en varios tiempos sobre la imprudencia en la
carretera y sus trágicas consecuencias.
El equipo de MAY. 2610: Roger Gutierrez Masague, Silvia de
la Rosa, Salvador Sáinz, Stan Valen, Ajay Jethi y Leyla
Martinez.
Ego (2012), corto de Luis Antonimo
Corto experimental rodado enTarragona
En el campus universitario de Tarragona se grabó este
cortometraje de tema fantástico. Un tema muy inquietante y
un original tratamiento del color.
Los sueños profundos de Jennifer (2013)
Jennifer tiene sueños libidinosos y sueña con un extraño ente.
Mediometraje de Stan Valen con Carmen Del Toro (Carmen).
Sigue... hay más...